Para conocer nuestra historia tenemos que retroceder unas cuantas décadas atrás. Se desconoce con exactitud el año concreto, aunque podemos decir que recae aproximadamente entre el 1925 y el 1927, cuando la familia Fayas abrió una pequeña tienda de comestibles en la calle Sant Onofre, de Ciutadella de Menorca.
En aquel entonces, el matrimonio compuesto por Sebastià Fayas Benejam, y Maria Allés Coll, eran los propietarios de la tienda en la que se podían encontrar distintos productos básicos para la alimentación diaria. Ahora bien, la base principal del negocio era la venta de diferentes productos procedentes de las matanzas del cerdo, realizadas por la propia familia. De éstas, se obtenían y se vendían diversos productos como son: la sobrasada, la «carn i xua», «el cuixot», el butifarrón, así como la misma carne del cerdo.
Al cabo de unos años, la segunda hija del matrimonio, Maria Fayas Allés, con la ayuda de los conocimientos adquiridos a lo largo de su infancia y adolescencia, decidió seguir con el negocio familiar en 1946. Esta vez, la tienda se situaría en la calle Muralla d’Artruitx nº28, justo en la calle perpendicular donde estaba situada la que fue la tienda de sus padres.
De esta manera, la tradición del oficio continuaba, y recaía sobre sus manos, juntamente con la ayuda de su marido Joan Triay Florit. La esencia de la tienda sería la misma que la que crearon los padres de Maria, dónde el producto local seguiría siendo el protagonista.
La variedad de productos se amplió, y continuaron especializándose con diferentes embutidos, la mayoría provenientes de las matanzas del cerdo que la familia llevaba a cabo. También apostaron por el queso artesano de Menorca, yendo a las diferentes fincas de la isla y seleccionando aquéllas dónde encontraban el mejor queso, para después madurarlo cuidadosamente y obtener un producto de calidad. Y así, a lo largo de los años el queso se convertiría como el producto referente del negocio.